Con el fin de contribuir a la difusión de conocimientos y crear opinión con una base sólida, la Fundación Salud 2000 publica este manual sobre Bioética de las patentes relacionadas con la salud, que dividido en dos grandes bloques, abarca por un lado los aspectos éticos fundamentales: retorno del esfuerzo inversor versus accesibilidad universal a las innovaciones y por el otro la controversia ética de la patentabilidad del genoma humano.
Esta obra, dirigida tanto a investigadores como a la población en general, no pretende cerrar el debate que en este ámbito generan las licencias exclusivas, sino exponer mediante el análisis entre el orden jurídico y ético los aspectos más relevantes de las controversias morales que suscita la patentabilidad del genoma humano así como los cuestionamientos éticos que se han generado a raíz de ello, en Europa y en EEUU.
Apostar por la investigación científica de calidad e impulsar la financiación de proyectos en I+D+i es imprescindible para que nuestra sociedad avance y progrese. Éste es el principal fin, pero es importante, también, que las inversiones que se realizan en innovación sean capaces de generar riqueza para el país. Por ello, es deseable que las investigaciones, susceptibles de ser patentadas, se patenten. De este modo, el conocimiento generado se transforma en un beneficio.
En la actual economía del conocimiento, las patentes, ocupan un papel fundamental y, en el complejo campo de la salud y el cuerpo humano, originan controversias y puntos de vista distintos y únicamente se pueden obtener respuestas a los interrogantes y construir criterios fundados si se dispone de la máxima información y que ésta, a su vez, sea veraz.
Cada euro que se invierte en ciencia, supone un retorno indiscutible para la sociedad, por ello, la Fundación Salud 2000 anima a todos aquellos investigadores que dedican su trabajo, horas, esfuerzos e ilusiones en tratar que la ciencia médica avance, a que patenten sus hallazgos. Patentar, es importante, pues permite mediante la comercialización posterior, recuperar la inversión realizada y facilita la innovación.
Por ello, a través de estas páginas, y desde nuestra modesta posición, pretendemos incentivar que esto suceda, ya que si algo tenemos claro es que destinar recursos económicos a la investigación y posteriormente protegerla, es invertir en la salud de todos.