Situación actual y perspectivas de futuro en la salud reproductiva en España

Reunión de expertos. Madrid, 23 de febrero de 2012


Asistentes:

  • Dr. Luís Martínez. Jefe de Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Virgen de las Nieves de Granada
  • Dr. Mario Brassesco. Director del Centro de Infertilidad y Reproducción Humana (CIRH), de Barcelona
  • D. Alejandro Macarrón. Director de Otto & Company, Madrid
  • D. Juan Alfonso Vila. Director de la Unidad de Fertilidad y Endocrinología de Merck
  • Dña. Carmen González Madrid. Presidenta Ejecutiva, Fundación Salud 2000

Moderador: D. José Mª López. Director General Editorial de Contenidos e Información de Salud. Editores de Gaceta Médica y El Global
Coordinador: D. Jesús Díaz, Secretario del Patronato Fundación Fundamed


Conclusiones:

  • La infertilidad es un problema sanitario y social que hay que abordar desde esa doble perspectiva. No poder concebir es un problema que afecta al sector sanitario puesto que los profesionales que deben encontrar las opciones más indicadas en cada caso y siempre al menor coste. Además, la baja natalidad tiene una perspectiva social a nivel demográfico y es que hace que la población del país cada vez esté más envejecida, teniendo esto un gran impacto en la economía.
  • Tiene un alto coste tanto social como económico para la sociedad. La imposibilidad de tener hijos hace que aumente la ansiedad, la depresión y por ende, las bajas laborales. Aproximadamente 700.000 mujeres sufren un drama cada mes al no poder quedarse embarazadas. Aunque un tratamiento de fertilidad pueda, en principio, suponer un coste para el sistema, ha quedado demostrado que este tipo de tratamientos pueden resultar más baratos que los que se realizan en otras patologías de la misma relevancia. Además, tratar la infertilidad evita otro tipo de problemas derivados de sufrirla que ocasionan un gasto extra para el sistema.
  • Es necesario un cambio de mentalidad en la sociedad española con respecto a lo que significa la maternidad. Se necesita atacar el problema desde su origen cambiando la mentalidad desde la infancia. En el colegio, tanto niños como niñas tienen que saber que existe la infertilidad y que es mejor detectarla y solucionarla cuando se es joven. Asimismo se debe fomentar un adelanto en la edad de la maternidad puesto que es entre los 20 y los 35 años cuando la mujer está biológicamente mejor preparada para poder concebir.
  • Los tratamientos de fertilidad no son una medicina de lujo. Los tratamientos de reproducción asistida no deben ser vistos por las administraciones como un gasto, sino como una inversión de cara al futuro. Los tratamientos de fertilidad deben seguir en la cartera de servicios básicos y se tienen que financiar desde el Sistema Nacional de Salud, realizando además una actividad de fomento de los mismos en cada una de las comunidades autónomas.
  • La infertilidad es una enfermedad que se debe tratar. Algo que podría mejorarse en nuestro país dado que los datos indican que de cada 100 parejas fértiles, la mitad no va a acudir a la consulta del médico. La labor de sensibilización en este caso es fundamental para que se acuda a la consulta si en seis meses una pareja no ha conseguido quedarse embarazada o cuando exista el mínimo indicio de que va a haber problemas para poder concebir.
  • Los tratamientos hormonales permiten cada vez más eficiencia. La industria farmacéutica está desarrollando medicamentos con una eficacia cada vez más óptima y que con menores dosis consiguen una mejor estimulación ovárica. Algo que contrasta con la reducción de beneficios del sector y que disminuye las posibilidades de inversión en I+D, fundamental para seguir desarrollando estos fármacos, además de no poder fomentar el empleo y de no crear bienestar social. En cualquier caso, no es admisible ningún recorte más en este ámbito.
  • La fertilidad es una cuestión de estado y las administraciones deben asumirla como tal. Si el país no tiene fuerza demográfica para producir, cada vez será más pobre, teniendo cada vez menos peso internacionalmente. También se acabarán ciertos beneficios sociales que ahora se disfrutan. La clase política debe tomar conciencia de ello y adoptar las medidas necesarias para paliar la situación.

Informe:

Encuentro Salud Reproductiva


Cobertura

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