Gestión de Catástrofes: Prevención y Actuación
(Madrid, Jueves, 23 de octubre 2008)


Asistentes:

  • Dr. Ervigío Corral, Subdirector del SAMUR y Jefe del dispositivo de emergencia, Madrid.
  • Professor Antonio Dueñas; Jefe de la Unidad de Toxicología clínica del Hospital Universitario de Valladolid, (asesor del gobierno de España) y representante en comités de asesores internacionales en el área química.
  • Dra. Pilar Hernandez Coronel, Jefa del servicio médico de la UME.
  • D. José Redondo; Teniente de la Unidad Técnica, NBRQ de la Guardia Civil.
  • Dr. Luis Valenciano, Presidente del Consejo Científico Asesor de la Fundación Salud 2000.

Moderador: Jose García, Subdirector de Gaceta Médica.
Coordinador: Jesús Díaz, Adjunto a Presidente.


Conclusiones:

  • Panorama nacional. Los expertos coinciden en que la situación de España en cuanto a prevención y gestión de catástrofes ha mejorado considerablemente en los últimos 10 años. No obstante, aún quedan aspectos que conviene perfeccionar.
  • Simulacros. El entrenamiento continuo de profesionales sanitarios, Guardia Civil y Policía constituye una valiosa herramienta que facilita la actuación una vez que se ha desencadenado la catástrofe. Los diferentes equipos aprenden a interactuar en la práctica y engrasan el procedimiento para tenerlo dominado cuando se produce una catástrofe, aumentando así su eficacia real. En el caso de Samur-Protección Civil de Madrid existe una norma que obliga a realizar al menos diez simulacros semestrales para refrescar y perfeccionar estos procedimientos.
  • Rentabilidad. La inversión en equipos únicamente especializados en gestión de catástrofes no es rentable a corto plazo. Por ello, se ha optado por dar una formación adicional a equipos con otros cometidos.
  • Recursos. Contar con una mochila NBQ, trajes y unidades de descontaminación no supone un importante gasto económico. Por otro lado, familiarizarse con estos recursos implica grandes ventajas a la hora de gestionar una catástrofe.
  • Antídotos. La dotación suficiente para una comunidad autónoma cuesta alrededor de 30.000 euros al año, una inversión de gran utilidad ante cualquiera de estas eventualidades. Con esta cantidad, quedaría garantizada la cantidad necesaria de atropina, pralidoxina e hidroxicobalamina.
  • Concienciación. Las carencias analizadas en materia de prevención y gestión de catástrofes NRBQen España no obedecen a criterios económicos, ya que estar bien preparados no requiere una gran inversión. La falta de concienciación de la Administración es el verdadero trasfondo de la situación.
  • Coordinación. Del grado de coordinación entre los equipos de Fuerza y Seguridad del Estado y los profesionales sanitarios dependerá la eficacia para gestionar el incidente o accidente NRBQ. No obstante, el Ministerio de Defensa no promueve la acción conjunta de Summa o Samur con la Guardia Civil, que es entrenada para actuar de modo autosuficiente y aislada de otros equipos.
  • Informar a la población. Trasladar a la sociedad las medidas para estar bien preparada ante estos eventos es una acción necesaria que ha de hacerse escalonadamente para no crear alarma.

Cobertura:
El Global. Del 24 al 28 de Noviembre
Gaceta Médica. Del 24 al 28 de Noviembre. 2008