Los pacientes y su papel en el sistema nacional de salud
(Madrid, Martes, 03 de noviembre 2009)
Dónde:
Sede de la Fundación Salud 2000
C/ Claudio Coello, 124
28006 Madrid
Asistentes:
- D. José Ramón Hidalgo: Defensor del Paciente de la Junta de Extremadura.
- Dña. Angela Sánchez: Asociación Española contra el Cáncer de Madrid.
- D. Alvaro Rogado: Director de Oncología de Merck.
- Dña. Angeles Sánchez: Gerente de la Asociación Española Contra el Cáncer.
- D. Luis Valenciano: Presidente del Consejo Científico Asesor de la Fundación Salud 2000.
Moderador: D. Jesús Díaz, adjunto al Presidente de Contenidos e Información de Salud
Conclusiones:
- Participación individual. El paciente, de forma independiente, tiene que colaborar en el bienestar de su salud a través de reclamaciones, peticiones, quejas, etc. Pero esta participación, tiene que estar garantizada y con un sistema de calidad implantado. Además, las asociaciones de pacientes le tienen que dotar de herramientas para que se sienta responsable y contribuya en la toma de decisiones relacionadas con su salud.
- Corresponsabilidad. Es necesario que se dé una interrelación entre el propio paciente, las empresas dedicadas a la salud y las asociaciones de pacientes. La participación ciudadana tiene que estar implantada, por tanto, en todos los niveles de atención, formando una red con funciones trascendentes de corresponsabilidad.
- Transformarse en paciente. Para entender mejor al enfermo, hay que tratar de ponerse en su lugar. La industria farmacéutica, las compañías privadas y los profesionales sanitarios deben tener en cuenta su situación para así conocer de primera mano lo que está pasando y actuar en consecuencia.
- La industria farmacéutica y la Administración pueden actuar. La primera desarrollando actividades encaminadas a esta interrelación, y desde las autonomías, a través de los distintos órganos de representación ciudadana. El caso es que se establezca una colaboración útil para los damnificados. Para potenciar estas actuaciones, es interesante crear departamentos que fomenten las relaciones de los pacientes en las propias compañías y con las asociaciones.
- Autonomía de las asociaciones. Las asociaciones de pacientes deben tener garantizado su futuro con financiaciones estables, más que ayudas puntuales, a fin de poder ejecutar sus programas y actuaciones a largo plazo. La Administración y las entidades privadas deberían facilitar la labor de las asociaciones, pero ayudarlas no tiene que implicar una influencia política o económica que las condicione.
- En las organizaciones de pacientes se debería incidir más en las políticas sociales. Trabajar las estrategias de salud es importante porque sin coordinación es imposible conseguir objetivos. Sin embargo, la atomización de nuestro sistema sanitario, que supone diferentes líneas de actuación en cada autonomía, dificulta la estandarización y provoca que la capacidad de influencia en el SNS se torne más compleja.
- Hay que mejorar la relación médico-paciente. Las asociaciones de pacientes juegan un papel esencial en el acercamiento entre estos dos agentes. Asimismo, es importante que haya un nexo entre el médico y el paciente, a través de más foros y discusiones, y que ambos conozcan sus problemáticas. El profesional sanitario tendría que poner más de su parte, y con el enfermo habría que trabajar las expectativas reales de la sanidad. El paciente tiene que saber que más allá del tratamiento médico hay otros elementos en los que él puede intervenir. Por ello, hay que dejar de lado el paternalismo y buscar sistemas que establezcan relaciones de confianza.
Cobertura:
Gaceta Médica. Del 23 al 29 de Noviembre. 2009
El Global. Del 23 al 29 de Noviembre. 2009