La Fundación Salud 2000, Merck e IVI se ponen las deportivas y se enfundan la camiseta amarilla para ganarle la batalla a la endometriosis, una enfermedad que afecta a un porcentaje muy alto de mujeres –entre un 10 y un 30%- , la cual es considerada una de las principales causas de infertilidad.

Muévete por la Endometriosis: #nopares

En marzo, conocido como el mes de la Endometriosis, los empleados de Fundación Salud 2000, Merck e IVI recorrieron juntos más de 25.000 kilómetros para visibilizar y ayudar a las miles de mujeres que sufren esta enfermedad. Por cada kilómetro recorrido, estas instituciones donaron un euro para lograr llevar a cabo la investigación de dos nuevos fármacos en el tratamiento contra la Endometriosis (fármacos = nuevos compuesto PAI-0039 y syntatina).

Para llevar a cabo la investigación se necesitan 32.000 euros, 25.000 de las cuales se recaudaron gracias al movimiento de los empleados de ambas organizaciones.

¿Cómo nació el reto?

El proyecto nació en octubre de 2014 de la mano de Marta Lozano, una profesional de IVI y paciente de endometriosis, que decidió aventurarse en un triatlón para recaudar fondos para esta causa social. Gracias a su lucha, consiguió recaudar 1.029 euros.

“Muchas mujeres sufren de endometriosis y se sienten afectadas, tanto física como anímicamente, sufriendo duros cambios en su vida diaria. Yo soy una de estas mujeres y con mi reto quiero animarlas a todas a seguir su vida, a conseguir sus objetivos, a no rendirse y luchar por sus sueños. Vinculo mi reto a esta fundación puesto que necesitamos que el campo de la endometriosis evolucione de alguna manera y poder asegurar una mejor calidad de vida a todas las afectadas”, explica Marta Lozano.

Sobre la enfermedad

La endometriosis es un trastorno en la salud de las mujeres que ocurre cuando el endometrio se mueve a través de las trompas de Falopio y llega a otras áreas, como los ovarios, la pelvis o la vejiga, causando dolores, sangrados irregulares y, en algunos casos, problemas de infertilidad; si bien es cierto que estos síntomas no siempre se manifiestan en las pacientes.

Esta enfermedad puede ser hereditaria y suele diagnosticarse entre los 25 y los 35 años, aunque comienza a desarrollarse con el inicio de la menstruación regular. Un elevado porcentaje de estas pacientes tiene en su edad reproductiva, dificultades para quedarse embarazada y en muchos casos se precisa una cirugía.